Capsula contra cialda

Cialda contra Cápsula

Entre cialda y cápsula, siempre elegimos la cialda o monodosis ESE 44 mm.

Este inicio puede parecer sorprendente, ya que el liderazgo de la cápsula sobre la cialda es descomunal. De hecho, hay mucha gente, quizás vosotros mismos, que no tenéis ni idea de lo que es una cialda y, en cambio, disponéis de una cafetera de cápsulas en casa o en la oficina.

¿Por qué se impuso la cápsula?

La cialda es algo anterior al invento de la cápsula, pero la cápsula la arrasó del mercado, porque llevaba puesto el cohete de Nestlé, llamado Nespresso. Fue una revolución en la forma de tomar café, y no solo la cialda lo sufrió: también las cafeteras italianas o Moka quedaron mayoritariamente escondidas en el fondo de algún oscuro armario.

La cápsula ofrecía otro elemento que la cialda u otras formas de tomar café no tenían: un sinfín de sabores. Con esto, se situaba en los límites de lo que se entiende por café. Un espacio del mercado en el que hay muchos más potenciales consumidores. Al igual que Starbucks ha triunfado con sus cócteles de café, la cápsula ha sido su versión casera.

¿Cómo resistió la cialda?

La cialda resistió en un único país: Italia. Esto ya nos da una primera pista. En el país del café por excelencia, ni George Clooney acabó de convencerles. La cápsula contiene apenas 5 gramos de café. No cabe más, dentro del minúsculo frasco de plástico o aluminio. Posiblemente, son menos, puesto que hay que dejar espacio a saborizantes diversos, puesto que las cápsulas son un abanico de gustos y colores.

La cialda tiene entre 7 y 7,2 gramos de café, y únicamente café, entre dos hojas de papel de arroz que contienen el café prensado y sellado con calor (sin utilizar cola alguna). Si quieres café, porque te gusta el café, prefieres la cialda. Esto es lo que hicieron los italianos, y que permitió la pervivencia comercial de ese gran invento.

Un espresso para dummies

La cialda también es conocida como monodosis ESE-44: Easy Serving Espresso de 44 milímetros de diámetro. Dicho en español, un café espresso fácil. O si lo preferís, un espresso para dummies.

Todo el mundo quiere un buen café, pero cada uno de nosotros tiene un límite de esfuerzo y complicación que no estamos dispuestos a traspasar. Hacer un café en una cafetera espresso pide tiempo, maña y, para ello, conocimientos.

La cápsula y la cialda aciertan en facilidad. Pero la cápsula no se acerca al umbral de lo que consideramos un café. Sus 5 gramos, incluidos saborizantes, no pueden alcanzar ciertos niveles de gusto, sabor, cafeína… ni con toda la tecnología de Nestlé: los milagros son otra cosa.

El papel del medio ambiente

La cápsula ha empezado a sufrir deserciones, no solo por sus limitaciones al paladar. A medida que se consumían, se iban agolpando, y han creado unas montañas de basura inconmensurables.

Esto ha provocado que hayan empezado a aparecer cápsulas biodegradables, reutilizables… pero que tampoco han terminado de funcionar. ¡Por eso siguen insistiendo en nuevos formatos y en 2023, han aparecido las cápsulas de papel! Se prevé que en 2025 ya se vendan por toda Europa.

Sí, lo has leído bien: de papel. Como las cialdas, pero con otra forma, y siguiendo con los cinco gramos. Tiempo al tiempo: acabarán fabricando algo parecido a las cialdas, y George Clooney os dirá que son muy buenas.

En resumen: ¡la cialda triunfará!

Seguramente pecamos gravemente de optimismo, pensar que la cialda se impondrá. Pero estamos convencidos de que seguirá existiendo, para todos aquellos que queremos un café que merezca ese nombre, pero que no queremos la complicación, trabajo y limpieza de las cafeteras espresso.

Así que, cuando se te estropee la cafetera de cápsulas, o simplemente, te hartes de las cápsulas, considera las cialdas o monodosis ESE: son una muy buena opción.



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