28 Abr El café, ¿en grano o molido?
Desde un punto de vista de la calidad de la elaboración del café, solo hay una respuesta: el café, siempre mejor en grano.
El café molido tiene una única ventaja sobre el café en grano: ¡que no hay que molerlo! Esta obviedad, sin embargo, es la clave de la pregunta del título a este artículo. Para todos aquellos a quienes nos gusta el café, pero ni somos expertos, ni nos apetece dedicarle mucho tiempo, esta es una ventaja importante.
El café en grano, lo puedes moler cada vez que tomas un café, o en cantidad suficiente para unos cuantos cafés, y en este caso lo tienes que guardar. Igual por igual, puedes elegir el café que ya viene molido. Puede que te guste el café de extracción en frío, o el turco, y no encuentres café molido con la molienda óptima para este tipo de cafeteras. Pero excepto en estos casos concretos para sibaritas, un café molido estilo moka suele ser muy práctico.
Moler el café cada vez que te haces un café puede resultar pesado, excepto si tienes una cafetera automática. Son una maravilla: pones el café que te gusta en el reservorio, lo muele al momento, y prepara el café al estilo que hayas elegido. Pero claro, supongo que ya sabéis que este tipo de cafeteras tienen un precio poco asequible, son de mecánica sofisticada y con frecuencia demasiado delicadas y, finalmente, de dimensiones no aptas para cualquier cocina. Es la misma diferencia que entre una buena elíptica y una bicicleta estática.
Un detalle a añadir es que es bastante frecuente que el molinillo de casa sea uno normalito, el eléctrico de cuchillas. Con estos aparatos, las posibilidades de hacer una molienda óptima y precisa del café, según requiera cada cafetera, son escasas, ya que tienden a triturar más que a moler. Es más fácil que un café molido por un buen tostador de café, que garantiza un proceso controlado con molinos profesionales de muelas, te permita elaborar un café final mucho mejor, por buenos y selectos que fueran los granos antes de pasar por la trituradora doméstica.
El café molido estilo moka se puede utilizar de manera ideal para cafeteras italianas, para las máquinas espresso (las más nuevas disponen todas de reguladores para adaptarse al tipo de molienda que le pongas) e incluso para las cafeteras de goteo eléctricas, las llamadas Melitta (inventadas por esta señora).
En resumen, a pesar de ser mejor, el café en grano es para los verdaderos apasionados por el café, que están dispuestos a dedicarle el tiempo o gastarse el dinero en una muy buena cafetera y un molinillo de muelas. Para el resto de mortales, a quienes nos gusta el café, pero que apenas sabemos distinguir entre uno bueno y otro que no lo es, optamos por lo práctico y lo rápido, el café molido … o por las cialdas. ¡Aunque esto es harina de otro costal!